Patagonia salvaje


En los viajes que estoy haciendo estos días por el sur de Chile no dejo de maravillarme por la naturaleza. Es un gran regalo estar en esta punta del planeta y disfrutar de un tiempo tan distinto a mi vida cotidiana en España. Aquí los paisajes son sobrecogedores, parece que el tiempo no pasa por ellos y tienes a menudo la sensación de que eres el primer ser humano que lo descubre o el penúltimo que se asombra por ello. Así recorrimos los primeros cien kilómetros de la carretera Austral que es la que recorre la Patagonia hasta llegar a los campos de hielo. Desearía tener un todoterreno, más días y equipo para recorrerla entera, pero buena es esta incursión que me dejó boquiabierto y de la que comparto algunos paisajes. Añado otras vistas de lo visto en estos días y me despido del Sur hasta que vuelva en enero.
Caleta de Puelche
Subida al volcán Osorno
Volcán Osorno
Lago de Todos los Santos
Andarivel al volcán Osorno
Islotes desde Chiloé
Valle del Río Petrohué
Pelícanos en el canal de Chacao
Lago Llanquihue y conocido volcán

Fiordo desde Hornopirén

Navidad volcánica

Al regreso de la Isla de Chiloé celebramos la misa del Gallo, o más bien del pollo por lo pronto que fue, y luego cenamos en comunidad. Al terminar pasamos al lado del Belén y el árbol de Navidad para hacer una oración, cantar villancicos, y entregar regalos. Aquí, aunque sin turrón, las tradiciones son muy parecidas a las nuestras (veremos qué sucede el seis de enero). Fue bonito sentirse en comunidad al otro lado del mundo.
El día de Navidad, el mejor regalo fue un sol brillante que invitaba pasear, así que me fui a Puerto Varas para sacarle fotos de nuevo al volcán Osorno. Al llegar estaba la gente en la playa del lago Llanquihue, así que celebré el 25 de diciembre dándome un chapuzpón en un lago con un volcán espectacular.
Al regresar celebré la misa en nuestra iglesia (en la foto podéis ver la iglesia y el colegio San Javier de Puerto Monttdesde el cerro que está detrás de ambos). Al terminar la misa se me acercó una viejita y me dijo: " que bonito suena su acento Padre, es igual al de los misioneros que venían cuando yo era pequeña". Dios la bendiga.


Víspera de Navidad


Después de visitar a los pingüinos continuamos nuestro viaje por la isla de Chiloé. Allí los jesuitas de hace trescientos años habían dejado su huella construyendo iglesias a lo largo de toda la isla y estableciendo un sistema de “fiscales” – una mezcla entre catequista y líder vecinal – que organizaba las comunidades por las que los jesuitas iban pasando cada tres meses en una forma circular de misionar la Isla. Las iglesias de Chiloé son un monumento a la madera y al paso del tiempo, con razón la UNESCO las declaró patrimonio de la humanidad. Os pongo algunas fotos para que las conozcáis, pero más allá de su interés cultural está la tradición jesuítica de llegar a los lugares más apartados para construir allí la Iglesia. Me gustó especialmente en una pequeña isla llamada Quinchao una iglesia en cuyo sagrario había un bajo relieve de San Ignacio y San Francisco Javier. Era el día de Nochebuena y recordé a todos los misioneros que habían dejado sus tierras para encontrar una Navidad que sigue siendo novedad allende mares.
Fachada e interior de la Iglesia de Castro
Iglesias de Chonchi y Vilupulli
Iglesia de Achao y su sagrario

Al agua pingüinos

El día 23 de diciembre estuve en la isla de Chiloé. Está cerca de Puerto Montt y tiene una extensión mayor que algunos países europeos. En el norte de Chiloé visitamos una colonia de pingüinos en los islotes de Puñihuil. Allí saqué este pequeño video que espero que podáis ver a pesar de lo mucho que se movía la lancha que nos llevaba.

Nuevos paisajes navideños


Estoy en Puerto Montt y alrededores. Lo primero que visitamos fue una casa de ejercicios que está en una isla, mejor dicho, que es una isla. No sé porque hicimos el mes de ejercicios en Santiago, teniendo una isla aquí. Luego continuamos viendo la bahía y al fondo se adivinaba el perfil de dos magestuosos volcanes, el Osorno a la izquierda y el Calbuco a la derecha.

La naturaleza aquí es sobrecogedora, así que deseaba llegar hasta ellos al día siguiente. Lástima que amaneció lleno de nubes que no dejan ver del todo los volcanes. Pero fue entonces cuando saqué la foto que he puesto de nueva cabecera del blog. Espero que os guste el volcán Osorno y que no entre en erupción estando yo aquí. Finalmente comparto algunas fotos más. Un abrazo navideño a todos.


Asfixiante Navidad



Como podéis ver en este vídeo, en Navidad no todo es lo que parece...

De nuevo en Santiago, fui al centro a comprar algo de ropa y libros, y ¡Oh sorpresa! ¡Estamos en Navidad! Yo no me había dado ni cuenta en nuestra alejada casa de Calera, algo me había llegado gracias a las lecturas del Adviento en el que ya estamos avanzados, pero se ve que no había sido suficiente en el fragor del final de la Tercera Probación. Las calles están llenas de adornos, la gente camina afanosa entre bolsas cargadas de regalos, suenan villancicos, campanillas y se descubren belenes en Iglesias y escaparates. Todo esto no tendría nada de particular si no fuera porque luce un sol ardiente, la gente va comiendo helados y buscando las aceras de sombra, las ofertas de bañadores, chanclas, artículos de piscina invitan a ir a la playa, las noticias hablan del importante uso de las cremas bloquedoras solares, el espumillón parece que te va a asfixiar con su plástico, y en algunas esquinas sobrevive el viejito pascuero, como llaman aquí a Papá Noel, derritiéndose bajo una espesa barba pegada que en mejores tiempos fue blanca, y unos ropajes rojos encharcados en sudor.
Al llegar al colegio donde vivo había reunión de padres. En cada aula los profesores iban repartiendo las notas finales de curso antes del descanso estival. El año nuevo escolar coincide con el natural y el colegio comenzará de nuevo en marzo. Ahora diciembre es como nuestro junio, enero y febrero son como nuestros julio y agosto, y en medio de todo esto yo vivo en un perpetuo septiembre siempre con la sensación de que algo está terminando y comienza algo que no acaba de llegar, así que para solucionar este caos de calendario orgánico me voy unos días de vacaciones al sur a ver si encuentro un poco de frío en la Patagonia. Hasta casi fin de año me voy con otros dos compañeros a Puerto Montt. De allí iremos a la isla de Chiloé a ver las antiguas misiones jesuitas y también tiraremos hacia el interior. La experiencia promete. Lo importante de tanta novedad, del desbarajuste estacional y del calor es no perder de vista que esa no es la verdadera primicia de este tiempo, sino que la novedad de la Navidad sigue siendo un Dios que quiere ser uno de nosotros para salvar lo mejor de nosotros mismos.

TP2008: Llegó el final

Ya terminé la Tercera Probación, ha sido todo demasiado rápido desde que volví de Arica. En dos semanas hemos despachado un curso sobre la Congregación General 35 con la alegría de ver recuperado a Álvaro Restrepo, el que originariamente iba a ser nuestro instructor, luego evaluamos, hicimos tres días de retiro con renovación de votos incluida, y finalizamos el lunes 15 de diciembre con misa emotiva y asado jugoso.
Terminamos agradeciendo a Dios esta experiencia de Compañía de Jesús en todos los sentidos. Nos unimos más a Dios y entre nosotros. Hemos hecho un grupo de amigos en el Señor que nos ha costado separar y según van llegando a sus respectivos países van escribiendo para seguir en contacto. Yo me quedo por Chile con nuevas experiencias que ya iré narrando con la impuntualidad de siempre (este blog NO se cierra).
Nuestra evaluación ha sido muy positiva en especial por la buena acogida que hemos tenido de los jesuitas chilenos en todos los sitios donde hemos estado. Esto ha sido como una segunda entrada en la Compañía, para mi después de casi veinte años de jesuita, después de superar crisis, bajones míos e institucionales, heridas y separaciones, ahora vuelvo a retomar la alegría de los diecinueve años con los que entré al noviciado y como en una segunda ingenuidad descubro la novedad de mi vocación. La Tercera Probación ha sido como abrir el baúl de los buenos recuerdos y sacar los momentos de luz, de cercanía con Dios, de amor por el mundo, de ayuda y servicio, de creatividad y comunicación, de arte y de canto, de consolación y de vida dada a mi pobre manera. Con ella, he recuperado y engordado la memoria amable de mi vida. Ahora, seguiré encontrando al Señor de la vida mientras, como decía un jesuita poeta, me quede parte en este tiempo de nostalgia de Dios.

Timalchaca


Entre las cosas más impactantes que he vivido está el acompañamiento de la peregrinación de los Bailes Religiosos de Arica al santuario de Nuestra Señora de los Remedios de Timalchaca. Este santuario está en la cordillera andina a 4.000 metros de altitud y los Bailes son cofradías que bailan delante de la Virgen durante tres días sucediéndose unas agrupaciones a otras en una experiencia de religiosidad popular cargada de devoción. Respecto a la altura del santuario, puedo decir que no sufrí el soroche, el mal de altura o que tampoco me "apuné" como dicen allá, y todo gracias a una hierba llamada chachacoma, que fui tomando en infusión desde unos días antes. La tal hierba sabe amarga hasta dejarte el gaznate como la suela de un zapato. Yo decía que su infusión era adictiva porque nada más tomarla ya estás sufriendo al pensar cuando la tomarás de nuevo. Entre broma y broma la gente allí me apodó Pepe Chachacoma. Todo un bautismo para un padrecito extranjero.

Otra de las peculiaridades de este santuario es que allí conservan muchas de las tradiciones y costumbres de los Aymarás. En la foto me veis haciendo la "pagua" que es una ofrenda que consiste primero en incensar la imagen y luego echarle por encima hojas de coca, otras veces es con algo de vino o aguardiente, pero entonces, antes de beber, derramas un poco a los pies del altar en honor a la madre tierra (Pacha Mama).

En la foto podéis ver el final de la procesión justo en el momento de entrar la imagen en el Santuario. Los estandartes que están a la puerta del templo son los que representan a cada baile al igual que los bailarines nunca pueden dar la espalda a la Virgen. Lástima que no oigáis el sonido de las bandas y los petardos, su música me acompañó día y noche durante los tres días allá.

Existen muchos tipos de Bailes Religiosos, y suelen estar relacionados con grupos tradicionales o con grupos sociales marginados o perdedores. Así tenemos los Tincus, los caporales, los morenos de paso, los morenos de salto, los gitanos, y un largo etcétera que he ido conociendo a lo largo de este mes en Arica. Los Jesuitas han sido asesores religiosos de los Bailes durante muchos años y este año Nelson, recién ordenado, ha sustituido a Eugenio, un jesuita de origen norteamericano que llevaba 20 años acompañando a los bailes a los tres santuarios marianos de la zona. Añado algunas fotos para que lo conozcáis mejor, pero esto hay que vivirlo de cerca. Porque lo más impresionante ha sido la acogida de la gente y el cariño que me han dado desde el ejemplo de su devoción. Para ellos rezar es bailar y es un honor bailar delante de la Virgen. Fuimos allí sin nada y ellos nos lo dieron todo.

Con mucha vida

Esta es la Parroquia de la Virgen del Carmen, una de nuestras dos parroquias en Arica, en ella hay de todo y para todos, porque aquí una parroquia es todo un centro social que atiende lo espiritual y lo material desde los niños hasta los mayores. Yo voy pasando por todos los grupos y echo una mano en el comedor, aquí tenéis una foto de Job y su hermano Miguel con sus platos de lentejas con arroz. Después de la cena hay grupos de apoyo escolar a cargo, como todo, de voluntarios jóvenes y mayores. Durante el apoyo es un buen momento para hablar de las dificultades de las familias con los padres. Los lunes por la noche también salimos fuera con un grupo de gente a dar la cena a los que están por la calle cerca de la estación de autobuses.
Cada Parroquia tiene además sus capillas, esta pintada de azul que está delante del cerro se llama Cristo Obrero, aquí celebramos la misa los sábados por la noche, son una comunidad muy viva. Ahora están poniendo en marcha un comedor en una casa que está en la misma plazuela, allí dan comidas dos días a la semana, porque no llegan a más pero ya estamos estudiando formas de lograr aumentar los días en los que se dan comidas porque hay muchas familias que lo necesitan. La casa se llama María Belén en honor a la señora que la donó a la parroquia después de que sus vecinan la cuidaran en sus últimos años de vida.
Aquí podéis ver como van las obras del nuevo comedor y locales de encuentro familiar de la casa de María Belén. Todo está saliendo adelante gracias al aporte de los propios vecinos al ver las dificultades familiares que hay en el vecindario (Violencia doméstica, desempleo, alcoholismo,... pobreza) A ver si podemos avanzar algo antes de Navidad o al menos hacer una fiesta para los niños del barrio.

Y otra de las tareas que me está tocando el corazón es el acompañar la muerte de algunas personas de la Parroquia. Así os contaría lo que me impactó llevarle la comunión a Marcela y cómo enfrentaba la muerte temprana con una fe y entereza impresionantes. Os hablaría de Andreita, una anciana cuya familia me invitó a celebrar el paso a la vida de la abuelita recordando todo lo que a ella le gustaba y quería. Entrando así en los ritos funerarios de las culturas andinas. En esta última foto podéis ver todas las cosas que tenía Andreita y las cosas que le gustaba comer y beber. Al llegar a la casa y al irse durante los días siguientes a la muerte se reza y se esparcen hojas de coca sobre las escasas pertenencias de la difunta. Luego, a los ocho días se quemarán a las afueras de la ciudad. Esta familia fue una más de las que me ha acogido con todo el cariño del mundo a ser parte de sus vidas en momentos muy importantes para ellos. Las emociones y vivencias están cargadas de intensidad y aunque la muerte y las dificultades de salir adelante cada día se hagan presentes, siempre gana la vida.

Primeras impresiones de Arica

Arica es una ciudad de 180 mil habitantes, al llegar en avión parece imposible que pueda haber vida en medio del desierto, pero aquí hay pozos de agua que hacen de la ciudad un pequeño oasis junto al mar. Esta primera foto está sacada desde el Morro, un promontorio calizo que se eleva sobre el horizonte. Nuestra casa y parroquias estaría al fondo de la ciudad.

Esta segunda foto es lo que se ve desde mi ventana, las casas generalmente son de una altura y alrededor se ven los cerros secos como si fueran una sartén bordeando la ciudad. La vegetación es escasa pero existe. Al llegar aquí primero tomé contacto con los bailes religiosos, que son como nuestras cofradías andaluzas pero aquí bailan delante de la Virgen en lugar de cargar los pasos. Ya hablaré más despacio de estos bailes porque me impresionaron mucho y merecen un capítulo aparte.
El día de difuntos fuimos toda la comunidad al cementerio de Arica para visistar la tumba de los jesuitas que fallecieron aquí. De nuestro mausoleo es esta foto de comunidad en la que sólo falta John, un padre mayor que fue antes de que se llenara el cementerio. Ese día fue impresionante ver el ambiente del camposanto. Las familias venían junto a las tumbas con bandas de música para comer y beber "con" sus seres queridos mientras sonaban los bombos, platillos y trombones. También voy conociendo nuestras parroquias, centro Ignaciano, catequesis, visita a enfermos, centros sociales de ayuda, y un largo rosario que ya iré desgranando para contarlo lo mejor que pueda. Arica promete.

Descansen en paz




Hoy todos los jesuitas del mundo hemos recibido la triste noticia del asesinato de dos compañeros en Moscú. Uno era Otto Messmer, Provincial de Rusia, de 47 años. El otro Victor Betancourt, profesor de teología y encargado de las nuevas vocaciones, ecuatoriano de 42 años . Murieron con dos días de diferencia. Al llegar Victor a su casa en Moscú alguien lo esperó y lo asesinó, dos días después sucedió lo mismo con Otto, por los signos de violencia entre los que encontraron sus cuerpos se puede sospechar que fue un robo, pero la policía tiene la investigación abierta. La Santa Sede y la Compañía condenan y lamentan su pérdida y nos invitan a pedir mucho por esta región rusa históricamente tan querida e importante para los jesuitas. Aquí en mi comunidad varios compañeros habían convivido con ellos en Roma y Ecuador, conocen a sus familias y nos piden a todos que nos unamos en oración. Que el Buen Dios los abrace como amigos en el Señor.

Para Arica me voy

Ya tengo destino para el mes de noviembre. Arica es una ciudad en la frontera norte de Chile muy cerca de Perú y Bolivia. Como podéis ver en el mapa de la derecha, Arica está a más o menos 2.200 Km de Santiago (como si hiciera dos veces Madrid-París hacia el norte). Por suerte, iré en avión el viernes 31 de octubre, sobrevolaré el desierto de Atacama, el más extremo del mundo, y de nuevo aterrizaré junto al mar. Arica tiene costa así que me voy a acordar mucho de Coruña, pero en versión seca. Dicen que es "la ciudad de la eterna privamera", espero que así sea porque estar al norte del desierto no augura tiempo frío precisamente. Os recuerdo que aquí estamos acercándonos al calor a marchas forzadas y que Navidad aquí es pleno verano. En fin, ya os contaré cuando llegue, de momento sé que voy a trabajar en las parroquias que tenemos allí y colaboraré con las tareas con inmigrantes que tienen los jesuitas de Arica y Tacna, ya en Perú. Para este mes de noviembre todos los compañeros de Calera salimos para distintos apostolados así que seremos de nuevo comunidad en dispersión.

Voley fango


No se trata de una nueva disciplina deportiva chilena, sino que no nos pudimos aguantar y jugamos al voley, como hacemos casi todos los días, pero esta vez se había enfangado la cancha. El barro no fue impedimento para que disfrutáramos como chanchos y luego vino el manguerazo antes de caer en la piscina. En medio de las lecturas, clases y cursos de la tercera probación queda espacio para la regresión a la infancia y acabar todos de barro hasta el cuello.

Talagante


Talagante es el pueblo cercano a Calera donde voy los fines de semana a celebrar la fe. En este país hay una auténtica escasez de curas y siento que el ser sacerdote es algo valioso que tengo que compartir con todas las comunidades posibles. La parroquia del pueblo, que podéis ver en la foto de arriba, atiende además a seis capillas que se extienden por los barrios. Todo lo atiende un párroco, así que en cada sitio sólo pueden tener una misa al mes. Os podéis imaginar que me reciban con los brazos abiertos cuando llego. Además ahora, Luis, el párroco, ha estado enfermo así que le hemos suplido más en misas y confesiones.
Para que os hagáis una idea, os cuento como fue el fin de semana pasado: el sábado por la mañana tenemos clase y estudio. A las cinco de la tarde fui con Roberto y Thomas a Talagante. Allí cada uno dijo misa en una capilla. A mi me toco ir a la capilla de Santa Gemita que ahora está en obras, así que celebré en el local social del barrio. Luego volvimos para las confesiones en la parroquia, estuvimos tres horas confesando a los 120 jóvenes que se van a confirmar la semana que viene. Terminamos a las once de la noche, cena y a dormir. Aunque a las doce sonó la alarma del cementerio y tuve que ir con el párroco. Habían robado parte de la megafonía.
Al día siguiente fui a otra capilla, Pascua de Resurrección, a decir misa y luego confesiones en la parroquia, otra hora y media. Al terminar, tuve la alegría de celebrar un bautismo muy especial. Julian el hijo de un matrimonio turco, refugiado en Chile. Se habían acercado preguntando si hablaba inglés y me contaron su historia, habían tenido que salir de Turquía y pudieron bautizarse y casarse en Malta. Ahora estaban acogidos en Chile y el bautizo de Julian era todo un signo de vida para ellos. Me alegré mucho de poderla compartir.

Calera de Tango

Aquí tenéis la vista aerea de la casa donde vivo desde hace casi un mes. Calera de Tango es el nombre del pueblo, situado a casi dos horas en transporte público del centro de Santiago. Su nombre se explica: "calera" es una cantera donde se extrae cal y "tango" en la lengua de los mapuches (pueblo originario chileno) significa cascada o río. La casa es un conjunto colonial que se construyó en 1680 como centro de formación de misioneros jesuitas. A lo largo de los siglos ha tenido muchas ocupaciones distintas y de nuevo es un centro de formación de la Compañía en esta etapa de Tercera Probación y tiene algunas áreas que son como un pequeño museo. Aquí estudiamos y vivimos, los fines de semana salimos a pueblos circundantes y parroquias de la capital para tareas pastorales. De momento hemos tenido un curso sobre afectividad y castidad, hemos trabajado los documentos fundacionales de la Compañía, y ahora estamos con distintas partes de las Constituciones y las últimas Congregaciones Generales. Como podéis ver a mano derecha he colgado un álbum de fotos sobre esta casa, si clicais en ello podéis verlo en grande. Espero que os guste.