Adios Venezuela


Todo lo bueno tiene un final y a mi me toca despedirme de América y regresar a la vieja Europa. Tras nuevas visitas a las comunidades y celebrar más tandas de bautizos (en total en Venezuela he bautizado más niños que todos los demás años de cura, incluyendo al negrito de la foto), después de despedirme de la comunidad y amigos, el 15 de junio salí de El Nula con destino a Caracas, durante un par de días estuve viendo una cara de la capital que no conocía y que me encantó. Era el lado más céntrico y colonial de "La Sultana del Ávila", como reza el apodo turístico de Caracas. Gracias de nuevo a la gentileza y buen hacer de Txúo, conocí primero nuestra Iglesia de San Francisco y a su comunidad, junto al Congreso y la plaza Bolívar, y luego visité la casa del libertador, en un estilo colonial notable. También paseamos por la Universidad Católica Andrés Bello que es una de las instituciones más señeras de la Compañía en Venezuela. El Campus es espectacular en amplitud y vida estudiantil.


Así pasaron fugaces los últimos momentos en Venezuela. Han sido casi dos meses muy intensos viviendo en una de las fronteras más calientes de América Latina, donde todo han sido novedades para mi. Es pronto para hacer valoraciones, pero siento que he aprendido mucho y tengo el corazón muy agradecido a personas concretas: Txúo, Acacio, Jorge, María, Socorro, Mariluz, Cristhian, Daniel, Luis, Doris, Cruzdelina, Marielis, Pedro, Rina, Raisa, Mireida... Espero haber colaborado con algo en el Programa por la Paz, en Radio Fe y Alegría, en la Parroquia San Camilo de Lelis y en la Universidad Católica del Táchira. Ha sido poco tiempo, lo sé, pero éste es de los tiempos fecundos, de los que se graban con fuerza en la memoria y a los que se vuelve en medio de la rutina de las clases y los trabajos del invierno. He podido ver de cerca una realidad humana convulsionada por la pobreza y la violencia en todas sus formas, pero a la vez logro reconocer las semillas de esperanza y paz que abundan en la maleza retorcida que quiere ahogar la vida en la frontera. Gracias a los que me han dado fe en el Dios de los pobres. Este Buen Dios que tiene fe en los hombres y mujeres, siempre libres, capaces de construir con sus vidas sencillas un bien que llegue a más gente.
Cúpula lateral de la Iglesia de San Francisco
Interior de la nave central de San Francisco
Palacio del Congreso de la República Bolivariana de Venezuela
Plaza de Simón Bolíbar
Centro de Pastoral de la Universidad Católica Andrés Bello

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