El 31 de Julio, San Ignacio, asistí a un peculiar concierto, dos jesuitas jóvenes, uno tenor y otro pianista, dieron un recital a los jesuitas mayores de la residencia San Ignacio de Santiago. Era como cuando los nietos presentan sus habilidades a los abuelos en un día de fiesta. En este caso se unían el cariño y la excelencia de los dos interpretes. Más tarde celebramos la Eucaristía más de cien jesuitas juntos y concluimos con una cena opípara. A.M.D.G.
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